Un amor de juventud que vuelve a florecer devolverá a Elena a Nápoles, donde la espera Lila, que ahora es madre y además ha triunfado muy a su manera en el negocio local. Elena es la señora culta, Lina es en apariencia la mujer de barrio, ignorante y poco dispuesta al refinamiento, pero la inteligencia pura y la intuición están del lado de Lila.