Un repentino terremoto sacude al país y en el programa se disponen a dar una amplia cobertura. Del equipo del programa, el único afectado es el Huachimingo que perdió su casa y todas sus pertenencias. En medio de una teletón caritativa, Juanín le ofrece a Huachimingo que el estudio del programa sea su nuevo hogar, y éste se instala en él rápidamente. De a poco, Huachimingo abusa de la confianza de sus amigos y en medio de las transmisiones remodela el estudio a su antojo. Huachimingo ya no da lástima a nadie y es echado del estudio, pero advierte que pronto le rogarán de rodillas que vuelva. Al poco andar, una extraña invasión de pelusas acecha la ciudad.